jueves, 30 de agosto de 2007

Partidos políticos

Partido político

Los partidos políticos son organizaciones que se caracterizan por su singularidad, de base personal y relevancia constitucional, creadas con el fin de contribuir de una forma democrática a la determinación de la política nacional y a la formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos.

Son los principales instrumentos de mediación entre las demandas sociales (de los ciudadanos) y las instituciones políticas. Es el vehículo que canaliza la acción política. Aún así, no son los únicos canales, también hay grupos independientes, etc., pero son los principales.

Su nacimiento y desarrollo no se remonta demasiado lejos, en el siglo XIX aparecen nuevos partidos políticos. La extensión del sufragio universal en el siglo XIX genera incentivos para la formación de asociaciones dentro de las asambleas legislativas. También se crean incentivos para grupos organizados fuera de las asambleas y que compiten entre sí para obtener representación parlamentaria.

Crean objetivos, ideología y programas. La mayoría de ciudadanos tiene una preferencia política más o menos explícita.

Son instrumentos de socialización y motivación política. Promueven la participación política de los ciudadanos (no solo la electoral, sino también la militancia, el asociacionismo...).

Búsqueda de élites. Tienen casi el monopolio del reclutamiento del personal representativo (ministros, alcaldes, concejales...).

Agregación de intereses y demandas. Toman en consideración los intereses, preocupaciones, demandas, y las convierten en políticas generales.

Elaboración de políticas públicas.

En la década de 1820, existían diferentes tipos de partidos politicos:

Pelucones (1823)


En alusión al anacrónico uso de pelucas por parte de la aristocracia
. Sus rivales eran los liberales a los cuales los pelucones les llamaban pipiolos.

los pelucones se unieron al movimiento liberal que derrocó a Bernardo O'Higgins en 1823, pues consideraban un agravio la reciente abolición de los títulos de nobleza y el uso de sus escudos familiares.

Pipiolos (1823)

Pipiolos significa “Sin experiencia”.

La primera base social de este bando, que no estaba constituído orgánicamente como un partido político, fueron aquellos miembros de la aristocracia, funcionarios públicos y militares que durante Independencia de Chile fueron más fervientes partidarios de la emancipación de país respecto del Imperio Español; los llamados patriotas exaltados.

Los pipiolos, con el tiempo, se concentrarían en buscar la reforma de la nueva Constitución de 1833, que consideraban un cuerpo de legal autoritario, y en denunciar la intervención electoral oficial.

El bando, reducido a la impotencia política por el poder total del gobierno, terminaría por auspiciar numerosas asonadas, motines y manifestaciones. Otras de sus bases doctrinales eran: la libertad de prensa, la libertad de circulación de libros, la libertad electoral, la abolición del mayorazgo y los privilegios sacerdotales, y la lucha contra la hegemonía moral de la Iglesia Católica. Por entonces, ya numerosos artesanos circulaban entre las filas de los pipiolos. Posteriormente, en 1849, muchos pipiolos se agruparían en el Partido Liberal, pero otros terminarían en organizaciones más radicales como la Sociedad de la Igualdad, de Francisco Bilbao.

O'higginistas (1818)

O'higginista; se dice en sentido general del partidario o admirador del general chileno Bernardo O'Higgins, pero en sentido histórico se refiera a un bando o partido político específico, activo en las décadas de los años 1820s y 1830s. El ideal de los o'higginistas era la reimplantación de un régimen de gobierno fuerte y centralizado, como el que había practicado el propio O'Higgins. Para esto sus principales figuras, el antiguo realista y ex ministro de Hacienda de O'higgins, José Antonio Rodríguez Aldea, y el general José Joaquín Prieto, participaron, conjuntamente con el líder estanquero Diego Portales, en las convulsiones y conspiraciones que llevaron a la caída de los liberales en la Batalla de Lircay.

Estanqueros

Era un grupo de seguidores de Portales que estaban ligados a su ideal político de tener un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes.

Laicización del estado

Laicización del Estado

El laicismo es la doctrina que defiende la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, que se vincula a la estricta separación entre las instituciones del Estado y las iglesias u organizaciones religiosas.

La laicización del Estado es lo que separa el partido conservador del liberal en el siglo XX. También se identifican con la formación del Estado nacional y con la Independencia, pero interpretan de forma opuesta el sentido de la historia del siglo XIX. Para los Liberales es un progresivo avance de la libertad y de la tolerancia, de la autonomía de la razón por sobre la religiosa y del Estado de la Iglesia, pero para el grupo conservador es la pérdida de poder del Estado central autoritario que se disuelve en el partidismo liberal primero y democrático después.

Chile fue el primer Estado nacional del continente en consolidarse después de la Independencia, porque la República Conservadora (1830-1861) habría sido la continuación del Estado español católico centralizado y autoritario, aunque su fundamento no fuera religioso sino jurídico. La decadencia de Chile no viene de la República, sino de la secularización, de la separación de las esferas religiosa y civil que es la que permite una sociedad plural. Es ese pluralismo liberal, descrito como partidismo, el que mina las bases del poder del Estado, quiebra la unidad nacional e inicia la decadencia . Entonces, la historia conservadora y la liberal coinciden en que la separación de la esfera religiosa de la civil significaba no solo la privación de la religión, sino su necesaria decadencia. La religión, sería algo que finalmente tendería a desaparecer del dominio público.

La laicización del Estado es uno de los temas fundantes de la historiografía tradicional chilena y el que separa la escuela conservadora de la liberal en el siglo XX. Ambas se identifican con la formación del Estado nacional y con la Independencia, pero interpretan desde ángulos opuestos el sentido de la historia del siglo XIX. Si para la liberal es una historia política que relata el progresivo ensanche de la libertad y de la tolerancia, de la autonomía de la razón de la sujeción religiosa y del Estado de la Iglesia, para la historiografía conservadora es la historia de la pérdida de poder del Estado central autoritario que se disuelve en el partidismo liberal primero y democrático después.

A la pregunta de por qué Chile fue el primer Estado nacional del continente en consolidarse como tal después de la Independencia, la respuesta es clara: porque la República Conservadora (1830-1861) habría sido la continuación del Estado español católico centralizado y autoritario, aunque su fundamento no fuera religioso sino jurídico. La decadencia de Chile no viene de la República, sino de la secularización, de la separación de las esferas religiosa y civil que es la que permite una sociedad plural. Es ese pluralismo liberal, descrito como partidismo, el que mina las bases del poder del Estado, quiebra la unidad nacional e inicia la decadencia. Entonces, la historiografía conservadora y la liberal coinciden en el supuesto que planteo desde su fundación la sociología de que la separación de la esfera religiosa de la civil significaba no solo la privatización de la religión, sino su necesaria decadencia. Con un cierto criterio evolutivo, la religión, sería algo que finalmente tendería a desaparecer del dominio público.